La ONG
Rompiendo el Silencio ha salido frente a la prensa internacional para denunciar la masacre cometida durante la Operación Plomo Fundido, que se llevó a cabo entre el 27 de diciembre de 2008 hasta el 18 de enero de 2009, apenas días antes de la toma de posesión de Barack Obama.
Rompiendo el Silencio está integrada en su mayoría por reservistas del ejército israelí, en general, los soldados describen que durante la operación, no existía una distinción entre combatientes y civiles, además dejan bien claro que “dispare primero, pregunte después” era la norma.
En el informe de 100 páginas presentado por la ONG israelí, un grupo de 26 soldados que participaron en la operación relatan, como sus superiores les indicaban que dispararan a cualquier blanco, porque cualquiera al otro lado de la línea de “defensa” era enemigo (incluyendo un edificio de ayuda humanitaria de la ONU, aunque luego dijeran que fue un error).
En el informe se habla sobre la utilización de escudos humanos (en su mayoría niños), así como la destrucción de casas como pasatiempo. Uno de los soldados relata que no se les dieron instrucciones directas de disparara a “todo lo que se moviera”, pero “si te sientes amenazado, dispara. Repetían constantemente, esto es una guerra, y en la guerra abrir fuego es la norma”.
Otro soldado relata que utilizaron a niños palestinos como “carne de cañón”, antes de entrar a una casa para hacer una redada, primero enviaban al niño, así si había alguien armado dentro dispararían a este escudo humano, en vez de hacerlo contra los soldados enemigos.
“No había que tener ninguna consideración hacia los civiles, disparábamos a todo el que viésemos. Se nos repetía que las consideraciones humanitarias no tenían cabida”, relata otro soldado. Otro se lamenta de "el odio y la alegría de matar" entre las tropas.
“Toda esa destrucción, todo ese fuego contra inocentes (...) era simplemente increíble”, cuenta otro uniformado en cuyo batallón habían “sesenta jóvenes entre 19 y 20 años para quienes la vulgaridad y la violencia son una forma de vida” y donde “no había nadie para reprimirte”. Sencillamente, como aquellos a quienes les gusta jugar “Counter Strike”, pero con armas de verdad, con un enemigo real.
Por su parte, miembros del alto mando del ejército israelí han desestimado el informe, tildándolo de “cuentos de pasillo”. “Son sólo chismes”, como lo manifestó el teniente coronel Avital Leibovich a la agencia
Al Jazeera.
Durante la operación Plomo Fundido murieron más de 1400 palestinos, además se destruyeron varios almacenes de ayuda humanitaria, así como infraestructura de empresas de diversa índole, comercios y miles de hogares, personas que quedaron en la calle de un día para otro, y no fue ni por una catástrofe natural o por la crisis financiera. Naciones Unidas informa que 6 meses después de los ataques a Gaza, apenas se está comenzando a recoger más de 600 mil toneladas de escombros.
Según los reportes de organizaciones de derechos humanos 1.417 personas murieron, de las cuales 926 eran civiles. Según el ejército israelí los caídos fueron 1.166 y apenas 295 eran civiles, ya entendemos por qué el señor Ehud Barak quiere dejar la “ropa sucia”, en su casa.
Para revisar el informe (en inglés) de la ONG pinche
aquí.
Para ver tres documentales (en inglés), sobre los crímenes de guerra cometidos constantemente por Israel pinche
aquí, estos documentales fueron preparados por el equipo del periódico británico The Guardian.